Con Acrílico puro, sin mezclar y armado de una espátula, F. Sánchez Caballero vuelve color una de las historias de marginación más aberrante y triste de Colombia: la de la mujer negra del Pacífico colombiano que en su triple condición de pobre, negra y mujer, ha convivido y se ha sobrepuesto al dolor…siente que después de todo, el darle voz propia y forma a estas gentes, a esa realidad, recompensan el esfuerzo por rehacer …su
Propia historia personal…
Nectalí Cano Oliveros
El Mundo 31 mayo 2003.
…Esta obra registra con fluida mezcla de colorido, vitalidad y empatía emocional, un conjunto de valores que pese a múltiples desarraigos y abandonos se niega a desaparecer. La gestual o la estética del cuerpo como depositario de la palabra, la presencia activa de sus deidades y su naturaleza simbólico-ritual; el ciclo ancestral vida-muerte, la permanente comunicación entre el hombre terrenal y sus antepasados míticos; la matrilinealidad digna y fuerte incluso bajo la opresión y una musicalidad que pareciera transitar por el mundo lírico de Portinari y Di Cavalcanti.
Una mirada atenta a la obra de F. Sánchez Caballero, deja ver que toda sociedad tiene una obligación con su pasado, impedir que este sea irremediablemente eliminado, aprender a vivir creativa y productivamente de él. Tal vez sea el Arte uno de esos campos desde donde puede observarse el modo en que un pueblo gestiona su memoria.
Luis Javier Ortiz mesa
Historiador Universidad Nacional de Colombia
Sede Medellín. 2000.
…In derLiteratur werden die Schriftsteller Carpentier und García Marquez zu recht als die Autoren bezeichnet, die den “Wnderbaren Realismus” ins Leben gerufen haben, womit man sagen wollte, dass man, um den láser ins Staunen zu versetzen, nicho viele Dinge zu erfinden sondern nur uniere lateinamerikanische Wirklichkeit zubeschreiben braucht,die voll von phantastiachen Überraschungen ist. Mit demselben Rect. Könen wir behaupten, dass Sánchez unser Maler des “Wnderbaren Realismus” ist, der mit meisterhafter Technik Momente und Facetten dieser überraschenden und wnderbaren Welt der Afrokolumbianer auf die Leinwand bringt und vereiwigt.
Jorge Ivan Castaño Rubio
Weihbischof in Medellín, von 1983 bis 2001 Bischof von Quibdó.