De canonizaciones y otros demonios

 

Papa
Juan PabloII

…DE CANONIZACIONES Y OTROS DEMONIOS…

“Quien peca y reza empata” dice un viejo adagio cristiano; pero para ser sinceros una madre pobre en su vida hace muchos más milagros que pecados. No obstante a estos dos hombres los santifican por un solo supuesto milagro. No quiero detenerme en Juan XXIII de quien tenemos poca información dado el convulsionado período de disputas y opulencia al interior de la misma iglesia. Su verdadero milagro fue convocar al “Concilio Vaticano II”. Concentrémonos en Juan Pablo II, el papa peregrino que viajó a todos los rincones del mundo para enterarse de primera mano de los asuntos de su congregación. No obstante ignoró flagrantemente los abusos y aberraciones sexuales de sus subalternos. Pero su mayor pecado fue ponerse del lado del opresor para aplastar y aniquilar el único movimiento eclesial genuino que ha dado Latinoamérica en toda su historia: “La Teología de la Liberación”, que abogaba por la  participación de los cristianos en los procesos sociales, y los instaba a tomar partido abiertamente por las clases oprimidas y en contra de la injusticia. Se rescribió el evangelio con el sonoro título de “Un tal Jesús”, grabado incluso en cassetes para su difusión entre los campesinos analfabetas, y en Puebla y en Medellín se promulgó a todo dar la “opción por los pobres”…Pero Juan Pablo II vio en ello una amenaza comunista y cuestionó, persiguió y silenció a sus ideólogos obligándolos al retiro, (Gustavo Gutierrez, Leonardo Boff, Jhon Sobrino, Segundo, Casaldáliga, y una docena más…) Desautorizó  y dejó solo a Monseñor Romero en El Salvador quien desde el púlpito denunciaba a diario violaciones a los Derechos Humanos, exponiéndolo y dejándolo a merced de las balas oficiales…”Cuánto querría una iglesia pobre y para los pobres” dice Bergoglio ahora… Una vez perdido el impulso, quizá ya sea demasiado tarde; pero la historia la escriben los vencedores, y mientras Juan Pablo II sube a los altares, los olvidados de la gracia divina, los promotores del evangelio de los pobres continúan confinados al voto de silencio. (F).

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