
Tal vez al país le convenga arreglar por las buenas; lanzar los dados, o una moneda al aire con el riesgo de que caiga parada, pero con muchas posibilidades de evitar un baño de sangre mayor al que hemos estado expuestos durante todos estos años de vacilaciones, odios, soberbias y disputas internas. En otro tiempo las diferencias se terminaban con el enfrentamiento de los dos capitanes de los ejércitos en contienda, pero nuestros líderes ahora se ocultan tras una nube de guardaespaldas, desde donde vociferan y lanzan todo tipo de improperios a sus adversarios, planean estratagemas oscuras, o descargan su ira vía twiter en menos de 140 caracteres…Quizá debamos jugarnos a guerra y paz con la moneda…Me pido la paz.