
A propósito del primer año de papado de Francisco, de su confesión pública de haberse robado un crucifijo en su juventud; quiero confesar también algunas de mis transgresiones…Pese a que unos de mis amigos me acusan de comunista, jamás terminé de leer “El capital” de Marx, y ahora que lo recuerdo tampoco “El Ulises” de Joyce, ni “Rayuela” de Cortazar… Y aunque otros me tilden de escéptico y descreído, he leído la biblia muchas más veces de las que debía, deteniéndome eso sí con alguna perversión en “El cantar de los cantares” que una vez ilustré en la versión chocoana de un cura poeta, que por pudor se abstuvo de publicar, y de la cual hice mi propia parodia en jerga paisa, que solo comparto, en pequeñas tertulias con los amigos de los miércoles, también por pudor… Eso para no ahondar en las incontables ocasiones en que he deseado a la mujer del prójimo, y la horca para el prójimo… Señor ten piedad!!!